Participación de la audiencia

Qué significa

Los museos existen para servir al público. Todas las funciones de la institución están llamadas a realizar este trabajo. La invitación a participar del público es fundamental tanto como toma de posición como por área (por ejemplo, equipo, departamento y división) dentro del museo, y se necesita de trabajo específico para fomentar la relación entre el museo y su audiencia.

Como lo define la Red Internacional de Participación de la Audiencia: «La participación de la audiencia defiende la relación emocional y social entre la audiencia y el museo para mantener su futuro”. La participación del público apuesta por la relación emocional y social entre el público y los museos para mantener su futuro.

El compromiso puede ser transaccional o experiencial.

  • Transaccional: Personas que compran una entrada para una exposición o programa, facilitan información de contacto, rellenan una encuesta, etc.
  • Experiencial: Personas que le siguen en Instagram, comparten las publicaciones en redes sociales (en lugar de mirarlas pasivamente), escuchan un podcast, asisten a una exposición gratuita, etc.

Cómo se utiliza

La participación de la audiencia es una disciplina independiente dentro de los museos que afecta al trabajo de los equipos de educación, comisariado, marketing y otros para servir a la audiencia. Empiece por conocer a su público para poder desarrollar los servicios y recursos que le permitan profundizar en su relación con él.

Por qué es importante

El elemento que define la participación de la audiencia es la necesidad de considerar de forma holística la experiencia global de dicha audiencia en todos los puntos de contacto o interacción que una persona puede tener con un museo (por ejemplo, colecciones, exposiciones, educación, programas, interpretación, servicios al cliente o al visitante, investigación, afiliación, desarrollo, interacción digital y comunicaciones). Cuando damos prioridad al compromiso del público en toda la organización, posicionamos al museo como un «tercer lugar» para servir mejor a nuestras comunidades con instalaciones y recursos de calidad, permitiendo interacciones y diálogos constructivos, mejorando el bienestar y fomentando una mayor comprensión del mundo en el que vivimos.

Cabe señalar que se trata de una vía de doble sentido: el museo no es sólo un proveedor de servicios, sino también un miembro y un recurso en la comunidad.

Notas

Véase también Valor de marca

recomienda

Me sentí muy inspirado en 2012 cuando la Alianza Estadounidense de Museos (AAM) retomó el tema de la participación en la conferencia nacional. Mucho ha ocurrido desde entonces, pero el imperativo fundamental sigue vigente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *